Un osciloscopio es uno de los instrumentos más utilizados en un servicio técnico para analizar las señales eléctricas. Gracias a este gran aliado, los técnicos pueden visualizar la evolución de las señales emitidas por un dispositivo y sus variaciones en el tiempo.
En el mercado existe una gran variedad de osciloscopios. Los hay con pantalla a color o monocromática. En la pantalla de este instrumento de medida se muestran las señales eléctricas a modo de coordenadas: en la que el eje de abscisas (X u horizontal) representa el tiempo y el de ordenadas (Y o vertical) la señales eléctricas. La gráfica que se obtiene con el uso del osciloscopio se denomina oscilograma.
Además de la pantalla, este instrumento de medición presenta un panel frontal con controladores que sirven para ajustar el equipo a los diferentes tipos de señal que pueden ser analizados. También se encuentran los conectores a través de los cuales llegan las señales al instrumento.
Por último, están las sondas o puntas de prueba que se conectan al panel de control por uno de sus extremos mientras que, en el otro, disponen de una punta de contacto que es la que se sitúa sobre el terminal.
¿Para qué se utiliza el osciloscopio en un servicio de reparación?
Son muchos los que definen al osciloscopio como “los ojos de la electrónica” pues nos permite visualizar en una corriente eléctrica y medir algunos de sus parámetros. Podemos ver la forma de la corriente eléctrica analizando cómo varía en el tiempo.
Gracias a ello, nos solo somos capaces de vislumbrar si existe tensión, sino también si la señal tiene la forma correcta o no.
¿Qué podemos detectar con el osciloscopio?
Saber si la señal que emite el terminal es la correcta resulta fundamental en la reparación de móviles, tablets, ordenadores y otro tipo de dispositivos electrónicos. Solo de esta forma podemos saber si:
- Se cruzan varias señales debido a la avería. Lo que suele ser habitual en la reparación de dispositivos digitales
- La señal alcanza los valores adecuados antes y después de la reparación.
- La señal presenta ruido debido a un componente en mal estado, por ejemplo en los equipos de audio, y cómo este ruido varía en el tiempo.
- Existen cortes de tensión o picos.
También puede ayudar a detectar averías en un circuito o determinar el periodo y voltaje de una señal.
Otros usos
Los osciloscopios son utilizados para múltiples funciones. Si dotamos a este instrumento de un elemento capaz de convertir una magnitud física en señal eléctrica, un transductor, podrá medir desde las que hemos visto de un servicio de reparación hasta un médico a la hora de analizar el ritmo cardíaco o la presión sanguínea, por ejemplo. También puede medir la potencia de un sonido determinado o las vibraciones de un coche.
¿Qué tipos existen?
Según su funcionamiento interno pueden ser osciloscopios digitales y osciloscopios analógicos. En teoría ambos ofrecen los mismos resultados, aunque cada uno tiene una serie de ventajas y desventajas.
Osciloscopio analógico
Aunque parece que en el mercado actual de la tecnología todos los equipos analógicos están desfasados, en el caso de este instrumento de medida, su versión analógica sigue siendo muy útil sobre todo cuando necesitamos observar variaciones rápidas de la señal de entrada en tiempo real. El osciloscopio analógico trabajan con la señal aplicada que, cuando se amplifica desvía un haz de electrones en sentido vertical dándole su valor.
Su desventaja es que requiere de una señal periódica y que no sea demasiado lenta.
Osciloscopio digital
Este tipo de osciloscopio utiliza un conversor analógico – digital para almacenar la señal de entrada y reconstruye esta información en pantalla. Se suelen utilizar para analizar eventos no repetitivos como los picos de tensión que se producen aleatoriamente. Midiendo de forma automática los valores máximos y mínimos de señal.
Otra de las ventajas de este tipo es que sus medidas pueden ser transferidas con gran facilidad a un ordenador o a una pantalla LCD.
Osciloscopio de fósforo digital
Con este tipo aunamos las ventajas de los dos anteriores combinando sus características y añadiendo funciones especiales.
De mesa y portátiles
Según su forma de uso, los osciloscopios pueden ser de mesa o portátiles. Los equipos analógicos suelen ser de mesa mientras que los digitales, sean portátiles o no, son de un tamaño más reducido. Además, también suelen presentar una menor potencia que los equipos fijos.
¿Qué parámetros tener en cuenta en un osciloscopio de calidad?
Si buscas un osciloscopio de calidad que te ayude en tus reparaciones deberás tener en cuenta que en el mercado existe una gran variedad de modelos con más o menos funciones. Entre las características a analizar destacaríamos:
- Ancho de banda: rango de frecuencias en las que el osciloscopio puede medir con precisión. Los rangos más habituales son 60 MHz, 100 MHz, 150 MHz y 250 MHz.
- Tiempo de subida: hay que tener en cuenta que el osciloscopio no puede visualizar pulsos con tiempos de subida más rápidos que el suyo propio.
- Velocidad: en los osciloscopios analógicos este parámetro indica la velocidad máxima de barrido horizontal para visualizar elementos más rápidos.
- Sensibilidad vertical: indicará su capacidad de amplificar señales débiles.
- Ganancia: la exactitud en la ganancia hace referencia a la precisión en la amplificación de la señal por parte del sistema vertical.
- Exactitud en la base de tiempos: hace referencia a la precisión para visualizar el tiempo.
- Velocidad de muestreo: importante en los osciloscopios digitales. Hace mención al número de muestras por segundo es capaz de tomar.
- Resolución vertical: hace referencia a la resolución del conversor analógico / digital. Se mide en bits.
- Longitud del registro: muestra el número de puntos que memoriza para la reconstrucción de la forma de la onda.
- Conexión a tierra: un osciloscopio de calidad debe tener una buena conexión a tierra.
Desde nuestro blog esperamos haber contribuido con este artículo a que conozcáis mejor la labor de los servicios técnicos. No dudéis en enviarnos vuestras dudas a través de los comentarios.
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