Desde nuestro blog, como expertos en servicios técnicos para móviles, hemos visto cómo cada vez está más extendido el término SAT entre los usuarios de servicios técnicos. Por esta razón, queremos ofreceros en este artículo toda la información sobre el término. Comencemos definiéndolo:

¿Qué es un SAT?

La palabra SAT se corresponde con las siglas de servicio de asistencia técnica. Con ella se denomina a los departamentos o las empresas especializadas en el mantenimiento o reparación de productos tecnológicos.

Cuando nos referimos a la reparación de móviles, los centros que ofrecen servicio dentro de la garantía del producto, pueden ser SATs de la propia empresa fabricante o bien ser una empresa externa homologada o certificada por la marca. En este sentido, el término SAT no se utiliza para aquellos servicios técnicos independientes, no oficiales, que no ofrecen reparaciones en garantía. (Si queréis saber más diferencias entre un servicio técnico oficial y no oficial te invitamos a leer el artículo en el que analizamos esta cuestión).

SAT oficial

Un servicio de asistencia técnica oficial, o SAT oficial, cuenta con la certificación por parte del fabricante para la reparación de sus dispositivos. Además de contar con las piezas originales y la preparación específica de sus técnicos, una ventaja del SAT oficial, es que repara los dispositivos de la marca conservando siempre la garantía.

Las reparaciones en un SAT oficial

Al margen de las ventajas que supone contar con un servicio técnico oficial, un detalle importante que no muchos usuarios conocen es que, en el SAT oficial, cada reparación de cada dispositivo obedece a un procedimiento específico diseñado por la empresa fabricante.

En este procedimiento, el terminal es sometido una serie de tests estandarizados y parametrizados detalladamente por el fabricante, que pueden ir desde el chequeo del funcionamiento de la cámara, la carga de batería o la función de apagado, a detalles más específicos en función de cada marca.

¿Cómo afecta esto al usuario? Cuando necesitamos los servicios de un centro de reparación de móviles para una avería concreta, como podría ser un defecto en el altavoz, el dispositivo es sometido a todo el proceso que requiere la empresa fabricante y, en caso de que se detecte algún otro desperfecto, el SAT oficial no podrá proceder a la reparación exclusiva de una sola de las averías, sino que tendrá que advertir al cliente de la necesidad de realizar una reparación completa de su dispositivo, ya que sino este no podrá pasar las pruebas de calidad para que su reparación sea certificada.

Estos protocolos de reparación obedecen a un criterio de calidad que los fabricantes imponen a los SATs con el fin de que sus dispositivos, una vez que han pasado por el servicio técnico oficial, ofrezcan siempre la mejor experiencia posible al usuario volviendo a funcionar como si estuvieran recién salidos de la fábrica.

Este procedimiento, que no todos los usuarios conocen, no suele plantear conflictos cuando los dispositivos se encuentran en período de garantía, si la reparación resulta gratuita para el usuario. Sin embargo, cuando la avería no está cubierta por la garantía, bien por el plazo de tiempo desde la compra o bien por el tipo de incidencia, estos protocolos oficiales de las marcas son una de las principales quejas que los usuarios realizan a los servicios técnicos.

Si volvemos al ejemplo del defecto en el altavoz, si llevamos a reparar un smartphone que no se oye correctamente y que se encuentra en período de garantía (podría estar cubierta la avería si el defecto es de fábrica) pero presenta la pantalla rota, aunque sea una pequeña fisura en una esquina, puesto que este percance nunca está cubierto por la garantía, un SAT oficial nos tendrá que dar presupuesto para que reparemos también la pantalla aunque solo queramos reparar el altavoz, pues no podrán realizar exclusivamente la reparación de este.

De aquí la importancia del presupuesto y de la atención personal que ofrecen algunos servicios técnicos.

El presupuesto de reparación

El presupuesto de reparación de la mayoría de los servicios técnicos de móviles suele ser gratuito y sin compromiso. No ocurre lo mismo en los servicios de asistencia técnica de electrodomésticos en el que, la propia elaboración del presupuesto, conlleva un desplazamiento y una labor de diagnóstico en la que el técnico emplea entre 15 y 30 minutos y que suele descontarse del precio final en caso de que el cliente acepte el presupuesto de reparación.

En un SAT oficial, la elaboración del presupuesto, si no ha podido realizarse in situ, llevará entre 5 y 7 días máximo y se entregará al cliente por escrito.

En el documento, además de los datos de la empresa y del cliente, aparecerá el tipo de dispositivo, modelo y marca, y las incidencias detectadas. La validez del presupuesto, que también debe aparecer en el propio documento suele ser de 30 días.

En caso de que durante la reparación se detecten anomalías no previstas en el presupuesto y que afecten al proceso y al precio final del servicio, el SAT debe comunicarlo al cliente antes de proceder, elaborando un nuevo presupuesto en caso de que sea necesario.

La atención personal

Los fallos en la tecnología suelen provocar una gran frustración en los usuarios. Por esta razón, desde nuestro blog siempre os recomendamos que contéis con los servicios de un SAT oficial y, siempre que se pueda, que ofrezca sus servicios con una atención personalizada.

Empresas como Phone House, ANOVO o Phone Service Center, todas servicios técnicos oficiales de diferentes marcas, ofrecen una red de centros de atención al usuario en todo el territorio nacional. En ellos, podremos consultar directamente cualquier tipo de avería que presente el móvil y, en muchos casos, procederán a su reparación in situ siempre que sea posible.

Esperamos haber contribuido con este artículo a que conozcáis mejor la labor de los servicios técnicos. No dudéis en enviarnos vuestras dudas a través de los comentarios.